EL CRISTO REDENTOR
El Cristo Redentor de Río de Janeiro es un símbolo de amor y una llamada a la fraternidad. Este colosal Cristo, de 38 metros de altura y 1.145 toneladas de peso, es el orgullo de todos los brasileños, pues desde la cima del cerro corcovado los abraza y protege con ese gesto tan famoso de su silueta de brazos abiertos. El Cristo de Río de Janeiro fue nombrado en el 2007 parte de las nuevas Siete Maravillas del Mundo.
Y allí, desde el Corcovado, el más imponente cerro de los que rodean a Río de Janeiro (con sus 750 metros de altura), y con las vistas de las famosas playas de Copacabana, Ipanema, Leblon, Barra do Tijuca y Sao Conrado a sus pie, el Cristo Redentor llama al mundo a la paz, al hermanamiento y al amor.
Dimensiones
La enorme estatua cuenta con 38 metros totales de altura, aunque 8 corresponden al pedestal solamente. Las más de 1.100 toneladas se posan firmes en un punto panorámico del que el Cristo supervisa la región.
Historia
La idea original para la construcción de este monumento surgió hacia mediados del siglo XIX, pero no fue sino hasta el año 1921 en que se consolidó como proyecto. Obviamente las primeras discusiones fueron aireadas y sobre todo en términos de sobre qué monte debería ir situado: el Pan de Azúcar o el Corcovado. Finalmente se eligió éste último por su mayor altura.
La estatua se planificó utilizando los esquemas del ingeniero Heitor Da Silva Costa, y fue financiado por todos los brasileños. En 1922 se colocó la piedra fundacional.
El encargado de los diseños fue Carlos Oswald, y la imagen es obra del artista francés Paul Maximilien Landowski.
Finalmente su inauguración fue el 12 de Octubre de 1931, contando con la excepcional colaboración de Marconi, famoso físico italiano que obtuvo el premio Nobel de Física.
Durante la construcción del Cristo, con todas las complicaciones que uno podría imaginar al montar todo el material a la cima del cerro, nadie falleció o se accidentó, considerándose esto un signo de buena fortuna.
¿Cómo llegar al Cristo?
Para llegar a Cristo Redentor, podemos llegar bien por carretera, bien por un tren electrificado que se inauguró en 1889 por el emperador Pedro I. En el 2011 la estatua cumple exactamente 80 años y ¡qué mejor ocasión para visitar este monumento, uno de los más famosos del mundo!
Durante estos 80 años años se pueden contar innumerables anécdotas, como la que se dio con los bocetos originales: cuando se planteó la posibilidad de que cargara el Cristo con una cruz y un globo terráqueo, idea que se desechó para evitar que se pensara que se trataba de un Cristo “futbolista”. O como aquélla otra en que el Obispado de Río de Janeiro decidió denunciar a varias empresas que utilizaban la imagen del Cristo en latas de cervezas y otros artículo, para evitar que su imagen perdiera religiosidad.
La iluminación durante las noches es de color gris verdosa, aunque hace unos años intentó cambiarse a azul. Pero durante la instalación de las nuevas luminarias se dieron tales las lluvias torrenciales que tuvo que ser aplazada. Por superstición, se pensó que el Cristo se negaba a que lo cambiaran. Por otro lado, en el año 2000, y durante un periodo de fuertes recortes eléctricos, el Cristo Redentor fue el único que no sufrió ninguna restricción lumínica, permaneciendo iluminado en todo momento.
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