Obra cumbre de la
arquitectura mogol, el Taj Mahal está considerado como uno de los más bellos
edificios del mundo. Fue levantado en Agra, al norte de la India, por
iniciativa del emperador Shah Jahan, en memoria de su esposa Muntaz Mahal.
La entrada
El recinto está
flanqueado al norte y al sur por dos sectores oblongos más pequeños: en el
meridional se alza una puerta de piedra arenisca que da entrada al complejo y
algunos edificios auxiliares de finalidad incierta; en el septentrional,
paralelo al cauce del Yamuna, se levanta el mausoleo. El emperador accedía
al lugar por el río, en barca, junto con su séquito. Los demás visitantes
debían entrar por un gran patio, en el lado sur, donde se daba la limosna a los
pobres y donde, en cada aniversario de la muerte de Muntaz, se distribuían
enormes sumas de dinero entre los menos favorecidos. En el mundo musulmán,
estas puertas también tenían un fuerte simbolismo, pues representaban la
entrada al paraíso: desde el punto de vista metafísico, eran consideradas el
punto de transición entre el mundo exterior de los sentidos y el mundo interior
del espíritu.
Los jardines
El complejo,
alineado de norte a sur, tiene una planta rectangular de 580 m de largo por 305
de ancho. En el centro ‘del rectángulo se sitúa un jardín cuadrado de 300 m, cuyo
eje principal se extiende de sur a norte, desde la puerta hasta el mausoleo.
Con una extensión de 6,9 hectáreas, fue proyectado como representación del
paraíso terrenal, al estilo de los jardines persas introducidos en la India por Babur,
el primer emperador mogol. Originalmente contenían multitud de flores y árboles
exóticos, todo: ellos en disposición geométrica y perfectamente simétrica: los
jardineros trabajaron con el empeño consciente de traducir la perfección
celeste a términos terrenales, siguiendo una serie de fórmulas bien conocidas.
Así, el cuatro, número sagrado en e Islam, fue la base de todo el diseño.
Los canales,
símbolo de los cuatro ríos del paraíso (de los que, según la tradición, manaba
agua, leche, vino y miel), con fuentes y flanqueados de cipreses (que, además
de dar sombra, acentúan las líneas de la perspectiva), se cruzan en el centro
formando un estanque de nenúfares en mármol blanco, algo elevado del suelo;
símbolo dealKawthar, el estanque celestial de la abundancia mencionado en el
Corán, fue concebido para que el mausoleo se reflejara en sus aguas. Cada una
de las cuatro partes que delimitan los canales está dividida en dieciséis
parterres por caminos de piedra.
En la arquitectura
mogol, el agua se utiliza tanto para los rituales de ablución como para
humidificar y enfriar el ambiente, una sabía combinación del significado
religioso con la necesidad práctica. Se extraía del río y se introducía en unos
canales subterráneos desde los que se derivaba para llenar los estanques y regar
os jardines.
Mezquita y jawab
El mausoleo
propiamente dicho está flanqueado al este y al oeste por dos edificios
simétricos idénticos, la mezquita, al oeste y, al este, el correspondiente jawab o
«respuesta». Sobre la finalidad de este segundo edificio, se ha supuesto que
servía como albergue de peregrinos, lugar de reunión de los fieles antes de la
oración; sin embargo, lo más probable es que su propósito último fuera
puramente arquitectónico, para dotar de equilibrio estético al conjunto y
contribuir a la simetría de las estructuras situadas en la plataforma.
Un alto muro con
torres octogonales rodea la sección norte y el jardín central; quedan fuera,
por el sur, los establos y estancias para los guardias. En el lado occidental,
cerca de la mezquita, se sitúa un pequeño recinto de piedra para recordar el
primer lugar donde fueron depositados los restos de Muntaz Mahal.
El mausoleo
Mezquita y jawab
estaban realizados en arenisca roja, que contrasta con la blancura del mármol
de Makrana del mausoleo, elevado sobre un plinto de mármol de siete metros de
alto. Un talud de piedra protege al jardín de la erosión del río.
De planta cuadrada,
el mausoleo tiene cuatro fachadas idénticas, con esquinas achaflanadas y un
impresionante arco de 33 m de alto en cada una de ellas, enmarcado con bandas
de caligrafía en relieve. Los artesanos que trazaron estos relieves con
versículos del Corán utilizaron un truco óptico, consistente en ir aumentando
el tamaño de las letras a medida que aumentaba la distancia, para conseguir que
sus dimensiones parecieran idénticas.
Los grandes nichos
abovedados están enmarcados con motivos florales (rosas, narcisos, tulipanes),
a base de incrustaciones de piedras semipreciosas, cristales minerales y
lapislázuli, además de inscripciones en piedra negra. Esta misma decoración se
prolonga en el interior en las enjutas de los arcos y en las bóvedas.
La hermosa cúpula
bulbosa situada sobre el salón central se levanta sobre un tambor rodeado de
cuatro torres octogonales, cada una rematada por un pequeño pabellón cupulado.
La estructura interior tiene una altura de 24,4 m y sobre ella se dispone otra
cúpula exterior muy peraltada que estiliza el perfil del edificio. El remate
externo está constituido por una aguja de latón de 17,1 m de altura.
Debajo de la gran
cúpula se halla la sala octogonal del sepulcro, con grandes nichos y puertas
que dan acceso a las demás estancias, decoradas con relieves de mármol blanco,
igual que los cenotafios de Shah Jehan y Muntaz Mahal; los auténticos
sarcófagos ocupan una cripta, al nivel del jardín.
Junto a las cuatro
torres octogonales, o chattri, rematadas también con pequeñas cúpulas, se
disponen cuatro minaretes, en las esquinas de la plataforma sobre. la que se
levanta toda la construcción, que completan la armonía geométrica del conjunto.
Estos minaretes tienen una exclusiva función formal, para resaltar la
composición central con la cúpula.
El material
constructivo es el ladrillo forrado de placas de mármol blanco, cuyo tono
cambia según la luz del día, creando una sutil variación que produce una
sensación de tranquilidad inmaterial. La decoración geométrica y floral, con
incrustaciones de lapislázuli, coral, ámbar y jade, enmarca todos los vanos del
edificio y se completa con versículos del Corán incrustados en piedra negra.
Además de impulsar
la construcción del Taj Mahal, el sultán Shah Jahan fundó la
ciudad de Shajahanabad (Viejo Delhi), ampliando el palacio-fortaleza
(1639-48) que alberga la magnífica mezquita de La Perla (1646-54). Los
edificios erigidos bajo su reinado dan muestra del poder y vitalidad de las
dinastías mogolas.
Es una de las más
bellas obras monumentales de la Tierra contiene el amor perdurable de un hombre
por una mujer, su esposa. Es una joya perfecta, un edificio exquisito. Su
construcción le llevó al hombre, el emperador musulmán de la dinastía mogol,
buena parte de su vida, y el hálito de un amor puesto en cada piedra, en cada
puerta y en cada gema de la tumba de la amada, nos conmueve hasta el día de
hoy.
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